Cindy Coleoni, la carlospacense que deslumbró a todos en “La Voz” de México

A la hora de hablar de trotamundos y perseguir los sueños sin importar la distancia, hay pocas personas para nombrar como ejemplo. Cindy Coleoni es una de ellas.

La carlospacense es una de las figuras que enamoró a la platea del país azteca al cantar Don’t Speak de No Doubt en el certamen La Voz de México, el programa que es seguido por millones de personas y cuenta con un jurado de lujo, conformado por Natalia Jiménez (ex La Quinta Estación), Maluma, Carlos Rivera y Anitta.

A los pocos meses de nacer, Cindy, hija del exjugador de fútbol y actual entrenador Sergio Coleoni, llegó con su familia a vivir en Carlos Paz.

Aquí cursó sus estudios desde el Jardín de Infantes, hasta la primaria y la secundaria y egresó del  Instituto Parroquial Bernardo D’Elia.

Mientras terminaba sus estudios, pensaba en algunas carreras pero siempre estaba la música como una alternativa. Fue en su adolescencia cuando empezó a aprender algo por Internet, participar en algunos actos del colegio y a soltarse un poco ante la mirada del público para dar los primeros pasos. Agarró su guitarra y nunca más se pudo alejar de ella.

“Me había atrapado la música, pero tenia el temor de dedicarme a full”, le contó la cantante a Carlos Paz Vivo! desde México. “En ese tiempo mi hermana mayor estaba en Chile, la fui a visitar y conocí en una cena a un representante de artistas que me llevó a un casting. Al tiempo vuelvo a Carlos Paz, termino el colegio y me llaman para unas audiciones, y de esa manera comenzó mi carrera en Chile”, relata la artista.

“En Chile empecé a actuar, gracias a la música. Eso me llevo a trabajar cinco años en distintos canales de televisión”, dice y agrega: “Estuve siempre metida en los medios de comunicación. Con la música en paralelo, pero más peso tenía la televisión”.

Después de esa experiencia, Cindy regresó a Córdoba y vivió aquí, en Carlos Paz, durante un año. Trabajó en la Pulpería como DJ y armó una banda que logró tocar en el escenario mayor de la Fiesta de la Primavera. Pero siempre su mente tuvo una sola meta: viajar a México. Ahorró plata y se pagó el pasaje a Cancún, su primer destino.

“Sin conocer a nadie, llegué a Playa del Carmen. Me traje mi guitarra y fui conociendo gente, de esta manera de un momento a otro pase a trabajar en diferentes bares y hoteles”, cuenta y agrega: “Eso me llevó dos años. Hasta que sale la oportunidad de hacer una audición para un show en la ciudad de México. A las dos semanas me avisan que había quedado”, relata la hija de Sergio Coleoni, hombre que dirigó, entre otros clubes, a Talleres.

Y esa fue la primera gran oportunidad para ella. Trabajar en la obra”Catarsis”, que se transformó en una puerta que le permitió desempeñarse en lo actoral y poder cantar.

Llegar a “La Voz”

“Terminó la temporada de esa obra, y a raíz de eso, en una de las funciones me vieron una gente ligada a “La Voz”. Me dijeron si quería hacer la audición, pensé que siendo de otra nacionalidad no podía participar. Así que tuvimos unas charlas, fui a presentarme y luego me confirmaron que quede en el programa. Realizamos las grabaciones hace unos meses y ahora esta dando sus frutos”, explica.

Este fin de semana salió en la pantalla chica mexicana la performance de Cindy Coleoni y las redes explotaron, al igual que los jurados que giraron su silla: lo hicieron todos menos Maluma.

“Obviamente, “La Voz” es un escenario diferente. La televisión en México era una veta que me faltaba incursionar. Estar ahí no es para cualquiera, a pesar de la experiencia, no estás preparada”, dice Cindy.

“Está el factor de las sillas que se tienen que dar vuelta, sabiendo que están semejantes figuras de la música como jurado. Fue bastante divertido, un desafío personal interesante. Y bueno… todo lo que se dio después la charla con Maluma fue súper espontáneo. Dentro de los nervios, de las cámaras y esa sensación de que todo México te esta mirando, pude ser yo. Estuvo bueno, la gente lo esta recibiendo re bien y en las redes se esta reflejando”.

“Hay equipo”

Entre los jurados, eligió formar parte del equipo de Natalia Jiménez, quien supo brillar con La Quinta Estación. “Estoy feliz de haberla elegido. Siempre fue un referente latinoamericano, en cuanto a voz femenina. Me sirve mucho estar en su equipo. Represento a Bacalar, un lugar que está en pleno crecimiento”, concluye.

Cindy Coleoni vive en Bacalar, un pueblo de la Riviera Maya, una zona del Caribe. Allí abrió un bar con su hermano. Un negocio que le permite fusionar su interés con la música, algo que no se puede despegar de ella. Allí, la trotamundos buscará seguir conquistando México, con su voz y su guitarra, su fiel compañera.