El alud dejó muchos desaparecidos

Los equipos de rescate han recuperado un primer cadáver del interior del Hotel Rigopiano, en la localidad de Farindola, en la región de los Abruzos, que ha quedado sepultado por un alud de nieve que pudo ser producido tras los terremotos de ayer y donde se teme que haya muchos muertos.

Los medios de comunicación italianos, que citan fuentes de los socorristas, explican que la primera víctima es un hombre y que se continúa excavando buscando a los desaparecidos, en condiciones “dificilísimas”.

La Protección civil informó de que hay unas 30 personas desaparecidas, entre los 22 huéspedes registrados en el hotel, que se encuentra en el macizo del Gran Sasso (a unos 1.300 metros de altura), en la cordillera de los Apeninos, y el personal que trabaja allí.

“A las 04.30 de la mañana, los equipos de rescate formados por hombres de gran valor alcanzaron el hotel en una situación realmente al límite”, explicó el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio.

En las imágenes proporcionadas por los equipos de rescate se ve como los socorristas excavan entre montañas de nieve para poder acceder a través de alguna ventana de este hotel de cuatro estrellas, que el pasado fin de semana alojaba a cerca de 200 personas.

Curcio subrayó la dificultad que está teniendo el resto de equipos de rescate, formados por ambulancias y quitanieves, para llegar a la zona debido a que hay hasta cinco metros de nieve y que aún se encuentran a varios kilómetros del hotel.

Antonio Crocetta, uno de los responsables del Cuerpo de Rescate Alpino de Los Abruzos, que llegó al hotel tras varias horas de ascenso con los esquís, confirmó que teme que haya muchos muertos.

Los equipos de rescate se pusieron en marcha después de recibir ayer algunos mensajes de texto en los que se advertía de la avalancha, pero las condiciones del tiempo con intensas nevadas han hecho muy difícil el ascenso.

A su llegada pudieron rescatar a Giampiero Parete y Fabio Salzetta, dos de los huéspedes que se encontraban fuera del hotel durante el alud y que pudieron refugiarse en un coche y advertir de lo sucedido.